Nearshoring impulsa la inversión inmobiliaria; se prevé la llegada de 245 empresas
Los miembros de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios ADI dieron a conocer que llevarán a cabo una inversión de 14,500 millones de dólares durante el 2024. Estos recursos serán destinados a la construcción de proyectos turísticos, residenciales,
centros comerciales, oficinas, incluso, campos de golf; sin embargo, el principal enfoque estará en el sector industrial para aprovechar la demanda generada por la reconfiguración de las cadenas de suministro a nivel global (nearshoring).
En entrevista para Econohábitat, María José Fernández, directora general de la Asociación, indicó que, hasta el momento, han detectado alrededor de 245 empresas con planes de instalarse en México, lo que representa una llegada de inversión de hasta 79,000 millones de dólares.
El fenómeno del nearshoring ha desatado una oleada de compañías que buscan acercarse a Estados Unidos, lo que deja a México en una posición privilegiada. Ante la baja disponibilidad de espacio en naves industriales en el territorio mexicano, los desarrolladores inmobiliarios planean mantenerse activos en los siguientes años para dar abasto a las empresas nacionales y extranjeras.
¿Cómo se distribuye la demanda de naves industriales en México?
Debido al nearshoring, estimamos que se van a requerir más de 15 millones de metros cuadrados de parques industriales en los próximos cinco años, lo cual podría generar hasta 4 millones de empleos hacia el 2030.
Básicamente, 65% de las empresas se van a instalar en el norte del territorio mexicano, principalmente en los estados de Nuevo León, Chihuahua, Coahuila, Baja California y Durango. Otro 32% se concentrará en la zona del Bajío y del Golfo de México, en entidades como San Luis Potosí, Guanajuato, Veracruz, Aguascalientes, Estado de México, Ciudad de México, Querétaro y Puebla.
Además del sector industrial, ¿en qué otros sectores observan oportunidades de desarrollo?
Sin duda, en el sector turístico, ya que está vinculado con el nearshoring, proyectamos un incremento en los viajes de negocios y de placer. Tan solo en el 2023, entraron al país más de 500,000 turistas internacionales, así que estamos esperando pronto alcanzar los números prepandemia.
Es por ello que parte de la inversión de los socios de la ADI se llevará a cabo en zonas con potencial para el desarrollo turístico, como son la Riviera Maya, Yucatán, Riviera Nayarit y Baja California.
¿Cuál fue el comportamiento de la inversión inmobiliaria durante la administración de Andrés Manuel López Obrador?
No fue tanta la inversión en comparación con los seis años previos, cuando se destinaron 36,000 millones de dólares. La pandemia pegó bastante y provocó una mayor cautela en la industria.
Por otro lado, en grandes polos, como la Ciudad de México, vimos la salida de muchas intenciones de inversión, porque no se dieron las condiciones adecuadas en términos de agilidad en permisos y licencias.
Al inicio de la administración actual, calculamos que este tipo de trámites podrían tardar alrededor de dos años, lo cual ya era un proceso lento. En realidad, ahora pueden demorar hasta cuatro o cinco años en algunos lugares, lo cual ha provocado que varios inversionistas hayan buscado otros mercados nacionales o, incluso, extranjeros.
¿Existe el riesgo de que más inversiones se vayan del país?
Los proyectos de los socios de la ADI son muy grandes y requieren cantidades importantes de recursos. Para que se logren concretar, es importante la certidumbre y la seguridad en el país.
Por otro lado, el desarrollo inmobiliario, hoy en día, está muy enfocado en políticas de sustentabilidad, así que se deben impulsar las energías renovables, infraestructura a mediano y largo plazo que apoyen a los desarrolladores en ese sentido. Se requiere mucho trabajo en equipo para encontrar las condiciones adecuadas y que no se vayan las inversiones.
¿Cuáles otros retos se deben atender para impulsar el sector inmobiliario en México?
En este momento, son necesarios esfuerzos económicos enormes en términos de infraestructura energética, hídrica, carreteras, puertos, aeropuertos, seguridad y, un en tema de gran relevancia, la planeación urbana.
Todos los proyectos inmobiliarios necesitan usos de suelo adecuados y ordenamiento. Además, las empresas que llegan por el nearshoring también buscan condiciones adecuadas, no solo en cuestión de manufactura o logística, sino para sus trabajadores.
¿Han tenido acercamiento con autoridades para resolver los desafíos que se presentan con el tema del nearshoring, como puede ser la infraestructura energética o de agua?
Hemos tenido mesas de trabajo con la Secretaría de Economía para estimar los recursos que tiene el Gobierno Federal y analizar las zonas que requieren de mayor inversión, aunque todavía falta mucho trabajo en la mesa para poder aterrizar todo esto en proyectos concretos.