Postura ADI | Gentrificación en CDMX

17 de julio de 2025
Más vivienda, mejor ciudad
La gentrificación es un fenómeno complejo que enfrentan muchas ciudades del mundo, incluida la Ciudad de México. En la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) estamos convencidos de que la mejor forma de mitigar sus efectos es impulsando cambios regulatorios que incentiven la inversión y la construcción de más vivienda, en más zonas y para más personas.
Uno de los principales factores que presionan el desplazamiento de familias es la falta de oferta habitacional, pues sin construcción suficiente de vivienda nueva, la demanda de espacios crece y se elevan los precios, provocando una exclusión silenciosa. Para evitarlo, la Ciudad necesita atraer inversión formal, impulsar nuevos desarrollos para todos los sectores de la población y ampliar las oportunidades de acceso a la vivienda.
No se debe olvidar que muchos hogares en renta son propiedad de personas que han invertido su patrimonio en inmuebles como principal fuente de ingresos, por lo que limitar el valor de las rentas afectaría su sustento y desincentivaría la inversión en su mantenimiento, rehabilitación y oferta. Por ello, cualquier regulación debe tomar en cuenta tanto a los inquilinos como a propietarios.
Establecer topes en los precios de renta no ataca las causas estructurales de la gentrificación; al contrario, desalienta la inversión inmobiliaria, reduciendo la vivienda disponible. La única forma sostenible de contener el alza de precios es incentivando la construcción y rehabilitación de vivienda de calidad mediante una agenda urbana integral, que siente las bases para generar un mercado inmobiliario más amplio e incluyente, desregule procesos, agilice permisos, permita mayor altura y densidad, recicle suelo subutilizado y otorgue certeza jurídica. Sin estas condiciones, la oferta seguirá limitada y los precios seguirán subiendo.
La CDMX todavía tiene un amplio margen para seguir creciendo de manera eficiente, pues su densidad urbana actual ronda los 6,160 habitantes por kilómetro cuadrado, muy por debajo de ciudades como Nueva York, que supera los 10,200. Esta diferencia es consecuencia de regulaciones obsoletas que restringen alturas y densidades, por lo que es clave cambiar este enfoque para revitalizar zonas subutilizadas, mediante proyectos sostenibles, integrados y socialmente responsables.
Reconocemos los avances del Gobierno de la Ciudad en materia de planeación y el impulso a instrumentos como la Ventanilla Única y el Programa General de Ordenamiento Territorial, los cuales buscan dar certidumbre, ordenar el crecimiento y facilitar la participación de la inversión formal requerida.
En conclusión, la gentrificación no se resuelve deteniendo o limitando el desarrollo, sino promoviendo uno que sea incluyente, ágil y responsable. Desde la ADI reiteramos nuestro compromiso para seguir impulsando una ciudad más accesible, densa, conectada y justa. Lo decimos con claridad: si queremos una ciudad más habitable, tenemos que generar las condiciones adecuadas para construirla, en beneficio de todos los que la habitamos.